Hace algún tiempo existió un gran interés por parte de la industria acuícola por implementar energías alternativas; sin embargo, en los últimos cuatro años el enfoque principal se ha volcado a los desafíos sanitarios.
La diversificación de la matriz energética de Chile, a través de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), se ha convertido en uno de los principales desafíos de los gobiernos de turno debido a la creciente necesidad por encontrar alternativas válidas que entreguen sustentabilidad a la generación y uso energético.
En la industria acuícola, particularmente la del salmón, el tema energético se ha convertido en un factor crítico ya que cada etapa de producción trae aparejada una demanda específica, la cual se ve diariamente influenciada por las fluctuaciones de los precios de los combustibles y/o de la electricidad.
Y si bien se sabe que el costo de la energía requerida para producir un kilogramo de salmón es mucho menor frente al casi 60% que representa el alimento para peces, no obstante, este ítem puede experimentar un fuerte aumento en caso de fallas en los equipos; la logística para transportar combustible; pérdidas no cuantificadas; y/o la baja calidad de las instalaciones eléctricas, entre otros aspectos.
Pese a que existen intentos individuales por implementar ERNC en la acuicultura, los proyectos de este tipo han presentado un cierto estancamiento principalmente en el área salmonicultora.
Esto porque las empresas se han enfocado en resolver sus desafíos sanitarios y en reducir los costos de producción, dejando de lado, por el momento, iniciativas de este tipo.
De todas maneras, existen en el mercado diversas alternativas de energías renovables para la salmonicultura, incluso para sus instalaciones más aisladas, permitiendo un importante ahorro en combustible y reduciendo, de paso, la dependencia de grupos electrógenos. En este sentido, se puede destacar que aún persisten dificultades relacionadas con la aplicación de la tecnología adecuada para cada caso y la disponibilidad de equipos que tengan una vida útil mayor a diez años, de modo que se plasmen las expectativas de generación proyectada y los productores sientan que sus inversiones se han justificado.
Para los proyectos de gran escala, la ventaja tiene que ver con la reducción de emisión de CO2 y mayor contribución al consumo energético de la empresa, lo cual se transforma en una ventaja de marketing para mercados como Europa y Estados Unidos.
Proveedoras de ERNC
Una empresa que ha trabajado junto al sector desde los inicios de la salmonicultura es Wireless Energy. Esta compañía, con base en Puerto Montt (Región de Los Lagos), se ha encargado de analizar los procesos, buscando alternativas para disminuir los costos operacionales de las plantas de proceso, pisciculturas y centros de cultivo.
Según cuenta el gerente general de la compañía, Nelson Stevens, para soluciones de pequeña escala ha sido más fácil encontrar alternativas debido a que las inversiones son menores. Aquí se destacan aplicaciones aisladas, como energía solar, cámaras infrarrojas y sensores en las jaulas.
Sin embargo, dice que con proyectos de gran magnitud ha sido más complejo por la inestabilidad del mercado y contratos de mediano y largo plazo. «Pero con el tiempo Wireless ha evolucionado y marcado presencia en alrededor de un 60% de las salmonicultoras y en centros acuícolas desde las regiones de Coquimbo hasta Magallanes«, asegura.
A pesar de que las energías renovables tienen un bajo porcentaje de participación en la industria, el ejecutivo añade que «nuestra empresa sigue interesada en el tema y en trabajar con los centros de cultivos con tecnología de punta en la generación hydro y solar fotovoltaica, las cuales generan retornos en menos de cuatro años y en escala de 100 KW a 2 MW«, afirma Nelson Stevens.
Por su parte, el gerente comercial de Luxmeter Energy -compañía que cuenta con una línea ERNC para la industria acuícola-, Claudio Steiner, explica que «el retorno de la inversión en este tipo de energías está en torno a los cinco a seis años, por lo que si un equipo falla antes, no se alcanza a pagar«. El ejecutivo es un poco más crítico al sostener que existe cierto escepticismo del sector en esta materia.
«Han entrado empresas que no han hecho bien las cosas, implementando tecnologías baratas con productos que a la larga no cumplen su objetivo«, dice.
«La proyección de los sistemas es a 20 años. Por ejemplo, los paneles solares deben ser trabajados con baterías que resistan bastante ciclaje y que sean capaces de aguantar la descarga a la que son expuestos todos los días, es decir, se requiere contar con tecnología de punta«, enfatiza.
Esta empresa ha instalado pontones con sistemas eólicos y torres de iluminación solares y eólicas. «Desconozco cómo estarán funcionando hoy esos pontones, porque no se han hecho mantenciones, lo cual es perjudicial, porque a la larga no sirve. Hemos enviado información a los clientes, pero ellos tienen otra prioridad de inversión«, agrega Steiner.
Iniciativas
Si bien en los últimos años la industria del salmón prácticamente no ha desarrollado nuevos sistemas, existen algunas incursiones destacables, tales como la realizada por la compañía Geotermika con los pontones «verdes» de Salmones Itata, los cuales les han permitido ahorrar en torno al 50% de los combustibles fósiles con simples sistemas de recuperación de energía.
Por otro lado, en Salmones Invermar esta misma empresa proveedora desarrolló sistemas de energía geotérmica en su piscicultura de Lago Verde. «Si bien ellos no realizaron la inversión, bajo nuestro sistema de arriendo de bombas de calor ahorran más del 50% de los gastos anteriores con energías fósiles«, afirma el gerente general de GeoTERMIKA, Marcelo Schmeisser. El ejecutivo cuenta que actualmente están desarrollando un proyecto de containers para ovas con energía geotérmica para la empresa Chilebreed.
Otra compañía a la cual le arrendaron bombas de calor fue a Marine Harvest Chile, para su piscicultura de Río Blanco. «Con esta salmonicultora actualmente estamos poniendo en marcha un sistema de calefacción geotérmica para sus oficinas del Tepual«, dice Schmeisser.
En tanto, Los Fiordos cuenta hace años con un programa de eficiencia y ahorro energético que los ha llevado a realizar una serie de inversiones al respecto. Solo por nombrar algunas, se han convertido todos los motores marinos a gas; tienen cámaras y sensores ambientales con paneles solares implementados hace cuatro años; utilizan baterías acumuladoras para reemplazar los generadores auxiliares de los pontones.
«Hemos reorganizado las labores de las pisciculturas para lograr generar un ahorro de los consumos históricos en horario punta; se han cambiado motores y generadores por otros de tecnología más eficientes, se hacen cursos y seminarios internos de control y uso, entre otras. En resumen, se ha establecido una nueva manera de hacer las cosas y se ha invertido mucho en la concientización de la gente para cuidar la energía«, comenta el gerente de Producción de Los Fiordos, Miguel Portus.
Además, esta compañía tiene un proyecto de mediano plazo consistente en la implementación de un generador eólico en la piscicultura de Emperador, ubicada en la Región de La Araucanía, que cuenta con las características apropiadas para su funcionamiento. «En la actualidad se han realizado las mediciones de viento -cantidad e intensidad- y estamos en el proceso de evaluación final del proveedor de la tecnología, el que podría ser nacional o extranjero«, cuenta.
En tanto, las plantas de proceso están tomando conciencia de la importancia de implementar sistemas energéticos más amigables. «Tenemos clientes que lo están tomando como política, ya que se dieron cuenta de que el LED es mucho más funcional, se ahorra energía, se va pagando rápido, obtienes una mejor calidad de la luz, entre otros factores«, asegura Claudio Steiner, de Luxmeter Chile.
Ahorros vs costos
Respecto de cuándo se comienza a ver el ahorro para las empresas que adoptan algún tipo de energía alternativa, los expertos concluyen que con la eólica va entre los tres a seis años si es tecnología certificada, de buena calidad y probada en la zona. En tanto, con la energía solar todo depende de la operación, pero puede variar entre dos a ocho años; mientras que con la hydro la rentabilidad es de uno a cinco años en escala de 100 KW a 500 KW.
En general, se comenta que nuestro país tiene el desafío de generar una matriz energética adecuada para su crecimiento y, al menos las empresas proveedoras de estas tecnologías, comentan que esto se puede abordar mediante la implementación de sistemas de probada eficiencia en lo renovable, como paneles fotovoltaicos, turbinas, sistemas hidráulicos y geotermia, entre otras alternativas que vale la pena investigar. Por supuesto, la acuicultura no se puede quedar atrás.